Y es verdad que las cosas cambian, y te das cuenta que no hay ningún
monstruo tras el armario, que aprendes que el negro no se lleva en
verano, que el lobo de los tres cerditos no existe, y que los príncipes
se han extinguido, o tal vez que nunca hayan existido.
Aprendes que las rosas no son todas rosas, que el rojo y el rosa no
combinan y que la locura, es el medio más eficaz a la felicidad.
Que la moda cambia continuamente y los pantalones blancos al final del
día son negros, aprendes que a veces es mejor el silencio que las
palabras y que, la fidelidad… ¿Fidelidad? Ya no hay de eso. Te das
cuenta de que las amigas de verdad se cuentan con los dedos de una mano,
que el amor es jodido, que hay mucha mentira, que no todo es como
parece.
Que la crisis empeora, y que el paro aumenta, que cuando amas, estás
jodido, que no es más rico el que más tiene, si no el que menos
necesita, que hay que tener cuidado por dónde caminas, que hay personas
que dejan huella y que hay momentos, personas, besos, abrazos, que no se
olvidan.